“Cada comunidad
necesita de la educación de sus miembros para un mayor avance y desarrollo,
para la elevación del nivel cultural y de la capacidad de generar bienestar y
riquezas” (García Blanco Miriam, García Lorenzo Areito, Ruiz Corbella Marta (2011) p.171).
Las personas aprendemos aun sin el propósito de hacerlo, eso
es un hecho que ha quedado comprobado con el simple testimonio del día a día ya que desde que nacemos estamos en
contacto con entornos que marcaran en gran medida lo que será nuestra vida
futura y carácter, es entonces donde tal vez muchas personas duden de la dificultad
que genera ser maestro, pero es precisamente en estos aspectos donde reside su
real dificultad, en nuestra actualidad los niños que se transforman con el paso
del tiempo en estudiantes son seres dotados de actitudes que la mayoría de las
veces van en contra de los procesos de aprendizaje generados en las escuelas.
El docente se encuentra en el siglo XXI con la gran y difícil
tarea de no solo hacer frente a la gran falta de respeto hacia su profesión y
al aumento de la autoridad del estudiante bajo la del maestro, si no a un
cambio que contradice lo que antes era establecido como correcto:
-Que era el alumno quien debía adaptarse al contenido de las
clases.
- Solo tomar en cuenta los resultados de un examen escrito.
-Necesaria la memorización para comprender.
La palabra “Competencia” es el centro de las nuevas reformas
educativas, en las cuales el aprendizaje
parte de las necesidades del alumno, y es el docente quien debe buscar
interesarlo en el contenido, se valoriza la forma en que el estudiante aprende
y se da una mayor importancia a la comprensión que a la memorización.
Aunque personalmente considero la educación basada en
competencias como excelente no dejo de reconocer que genera un gran cambio y más
trabajo para aquellos maestros que fueron por muchos años aplicadores de
programas educativos muy diferentes al que hoy se emplea, y aunque el cambio constante
es positivo porque nos indica que estamos en actualización es realmente injusto
que ahora que se ha encontrado un gran enfoque educativo el cual genera más
responsabilidad para los maestros, estos sufran una gran desacreditación de su profesión.
Los docentes recién egresados como es mi caso no tenemos ese
problema ya que durante nuestra estancia en la universidad se generaron todos
estos cambios y nuestra preparación estuvo siempre regida por las nuevas
necesidades que genera el ser maestro en el siglo XXI, para ello es necesario
que los educadores cuenten con las siguientes competencias:
1.-Planeación
-Es fundamental que los docentes sean capaces de diseñar
secuencias didácticas apropiadas al entorno en el que se desarrolla su trabajo.
2.-Evaluación
-El docente del siglo XXI debe conocer las diversas maneras
de evaluar que existen, para que cada alumno tenga la oportunidad de obtener un
resultado justo.
3.-Vocación
-De nada sirve una planeación perfecta y conocer los mejores
métodos de evaluación si no se cuenta con el entusiasmo por enseñar.
4.-Actualizacion constante
-Aunque la educación basada en competencias s es considerada por muchos como el mejor enfoque educativo, el docente no debe estar negado al cambio, puesto que la el mundo y sus necesidades cambian y por lo tanto la educación también
REFERENCIAS
García Blanco Miriam, García Lorenzo Areito, Ruiz Corbella Marta ,(2011) Claves para la educación: actores agentes y escenariso de la sociedad actual.
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